Ronca el Canalete, la iniciativa con la que jóvenes del Bajo Atrato aprenden a contar historias

A 500 kilómetros de la capital chocoana, en el municipio de Riosucio, un grupo de jóvenes pertenecientes a las comunidades étnicas del Bajo Atrato, se están formando en periodismo comunitario con el objetivo de contar las historias y acontecimientos de sus territorios. Ellas y ellos son parte de la escuela de comunicaciones Ronca el Canalete (REC), una iniciativa creada por Jenry Serna y Ana Luisa Ramirez. Ambos son promotores de la ONG Proclade Col/Ven y líderes sociales de su comunidad. 

Imágenes del taller “Produciendo un podcast desde cero”.

El pasado 22 y 23 de marzo, más de 15 jóvenes afro e indígenas que habitan la cuenca del río Truandó, el corregimiento de Domingodó y el municipio de Riosucio, participaron del segundo ciclo de formación de la escuela REC a través de la articulación entre el medio de comunicación Cuatro Palabras y la ONG Proclade Col/Ven. Durante dos días, las y los participantes de la iniciativa aprendieron aspectos básicos del periodismo como manejo de fuentes y redacción de notas informativas. 

Adicionalmente, la creación de podcasts, la fotografía y sus planos, la redacción de guiones para la producción de documentales, técnicas de investigación y la implementación de formatos sencillos para redes sociales, hicieron parte de la agenda temática llevada a cabo durante los encuentros. 

Para Jenry Serna, quien ha vivido toda su vida en Riosucio y se desempeña como miembro activo del Consejo Comunitario de Truandó Medio, Ronca el Canalete es una apuesta crucial a través de la cual las organizaciones indígenas y los Consejos Comunitarios podrán incidir y visibilizar sus procesos a través de la comunicación. “Sabemos que este tipo de propuestas generan resiliencia y paz al interior de las comunidades. Queremos crear una red de comunicadores que nos permita mostrar las actividades y procesos que se vienen adelantando desde cada uno de los espacios territoriales”.

El canalete, o remo, históricamente ha sido considerado un símbolo en la comunicación para quienes habitan en inmediaciones del río Atrato. El zumbido característico de roncar el canalete, producto de la fuerza empleada por el navegante al poner en contacto el artefacto con el agua, solía usarse como señal de alerta. De esta forma era posible indicar que algo había ocurrido en un pueblo vecino. Esta es una de las razones por la cual Ana y Jenry decidieron que la escuela llevaría este nombre.

“Esa expresión era muy utilizada por nuestros mayores en el pasado. Sabemos que el canalete está asociado con la comunicación de nuestros territorios, por eso quisimos recuperar un poco de esa tradición ancestral y que el proyecto llevara este nombre”, aseguró Ramirez. 

Ser parte de una iniciativa de estas características, puede cambiar radicalmente la perspectiva de jóvenes que ahora empiezan a ver más allá del contexto adverso. Pese a las dificultades de acceso a la información y movilización entre las poblaciones del Bajo Atrato, quienes hacen parte de Ronca el Canalete aseguran estar felices con el aprendizaje conseguido hasta la fecha. Algunos de ellos deben navegar durante horas para llegar hasta la parroquia Nuestra Señora del Carmen, lugar donde se realizan los ciclos de formación de la escuela.

“Esta experiencia ha sido muy importante para mí. Aquí he aprendido como debo tomar una foto, grabar un video o hacer una entrevista. Como joven e indigena, soy consciente de la importancia que tiene para nuestras comunidades que podamos visibilizar interna y externamente lo que pasa en el territorio. No nos importan las dificultades del trayecto o las horas que navegamos hasta llegar a Riosucio, sabemos que en el periodismo podemos encontrar una forma de evidenciar problemáticas y proteger nuestros derechos”, señaló ​​Yamilsa Tequila Arce, integrante de la Asociación Cabildo Mayor Indígena de la Zona del Bajo Atrato – CAMIZBA.

Crear un medio de comunicación para que el mundo conozca sus luchas, historias y propuestas, es uno de los sueños de los fundadores de esta escuela y sus miembros. “Estamos trabajando de manera articulada para crear un colectivo de comunicaciones que cuente con las habilidades y capacidades necesarias para hacer reportería y cubrir los aspectos más relevantes de cada comunidad”, aseguró Serna. 

Mientras se consolida esta iniciativa, ellos continúan movilizándose para sumar apoyos y seguir construyendo. Consejos Comunitarios, organizaciones de base, Proclade Col/Ven, Cuatro Palabras, la Coordinación Regional del Pacifico y Chasquis, son algunos de los aliados estratégicos que creen qué, en Riosucio y el Bajo Atrato, aún quedan muchas historias por contar. 

Integrantes de la escuela de comunicación Ronca el Canalete durante un ejercicio de campo. Foto por: Jenry Serna

 
Emilio Cabarcas

Comunicador social y periodista. CEO y Fundador de Cuatro Palabras. Experto en periodismo comunitario y desarrollo de iniciativas de innovación social.

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