El sitio de Pablo Morillo: la pesadilla que se convirtió en epopeya (Parte 1)

“Y en un 11 de noviembre, fue la heroica Cartagena, quien detuvo las cadenas cual leona fiera destrozó”, así reza una de las estrofas del himno a Cartagena, autoría del prolífico escritor y músico Daniel Lemaitre Tono. 

No es solo por su himno que a Cartagena se le conoce en el mundo entero como La Heroica. Además de jugar un papel vital para la consolidación de la independencia de Colombia al declarar la libertad total del yugo español en 1811, cuatro años después vería la muerte cara a cara y le haría frente. 

La historia se refiere a aquellos días entre agosto y diciembre de 1815 como una época cargada de heroísmo y resistencia. Pablo Morillo, “El Pacificador'', había arribado a territorio cartagenero con un único y claro objetivo: recuperar a Cartagena, el baluarte más preciado por la corona española en todo el Caribe.

Tras el sitio impuesto durante 108 días por Morillo se estima que murieron alrededor de 2.000 personas, aunque algunas investigaciones aseguran que murieron 4.000 y otras 6.613, casi la tercera parte la población cartagenera de la época. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que varios miles emigraron. 

Según el historiador Daniel Gutierrez, “al principio el cerco de Morillo no era tan sólido porque no tenían tantos veleros y por eso llegaban algunos víveres a la población hambrienta. Pero cuando los españoles se apoderaron de las islas de Barú y Tierrabomba, se produjo la derrota final”.

Ningún otro territorio en Colombia opuso tal resistencia a la campaña de reconquista española. Solo Cartagena, a expensas de sus mujeres, hombres y niños y un grupo cercano a los dos mil soldados, pudo soportar las embestidas de Morillo y sus 10 mil hombres.  

La pesadilla duraría cinco años más. Durante el proceso morirían fusilados los cabecillas de la revuelta independentista en lo que hoy se conoce en el centro amurallado de Cartagena como El Camellón de los Martires, monumento erigido para recordar a los heroes asesinados por el sitiador español. 

Pedro Romero, lider principal de la independencia en Cartagena, huiría hasta la ciudad de Cayos en Haití, donde moriría en el exilio a la edad de 60 años. 

Decididos a no claudicar, los cartageneros perdieron todo a causa de la epica libertaria. Hacia 1821, año de la derrota y expulsión del ejercito español a manos de Bolívar y el almirante Padilla, la ciudad vivia la peor crisis economica, social y politica de su historia. Reconstruirla tomaria al menos 30 años, aunque en el fondo, aun parece que sigue en proceso de reconstrucción. 

Previo al asalto

Mientras que en España hacia el siglo XVII el imperio trataba de rescatar su grandeza perdida en manos de los franceses y recuperar sus antiguos dominios en América, al otro lado del mundo, en el Caribe, un pueblo luchaba por sostener el sueño de una patria nacida el 11 de noviembre de 1811 en Cartagena de indias, Colombia. 

La historia cuenta que en 1813, en el mes de octubre, el presidente del estado de Cartagena, Manuel Rodríguez Torices, le envió un mensaje al presidente de la Unión para comunicarle la noticia de que a La Habana arribaron 6.000 hombres de la tropa de España, de los cuales algunos iban a ser destinados a esta costa, por lo que se tenían motivos suficientes para recelar un próximo ataque. 

Rodríguez Torices también señalaba que Cartagena en ese entonces tenía agotados todos sus recursos, que se hallaba con poca tropa y que la deserción había sido numerosa, por lo que los medios de resistencia no serían lo bastante sólidos para rechazar al enemigo. 

Casi un año después, en julio de 1814, Rodríguez Torices envió un nuevo mensaje de alerta que tampoco fue escuchado. En simultáneo, en España, Fernando VII quien acababa de regresar al trono, decidió desconocer el sagrado principio de la igualdad entre americanos y españoles, proclamada en la Constitución de Cádiz, y, en cambio, ordenó emprender la primera y más cruel de las represiones militares contra sus extinguidos dominios en América del sur. 

Para la historiadora Adineth Vargas, una fecha clave para entender el contexto previo a la reconquista española a cargo del ejercito expedicionanrio liderado por Morillo fue él año 1814. “La Cartagena post independencia estableció su constitución y emprendió un arduo trabajo para re estructurar su política y su economía en aras de formar su primera República. Sin embargo, 1814 representa un año de trascendencia puesto que retorna al poder Fernando VI un año antes, y a partir de allí se piensa en reconquistar las antiguas colonias americanas. Como era de esperarse aquellas radicales como Cartagena pagarían las consecuencias” afirma Vargas.

El arribo

Hacia finales de 1815 Fernando VII, previo a la expedición designó esta tarea a Pablo Morillo y Morillo, militar y marino español nacido el 5 de mayo de 1775 en Fuentesecas, Zamora, y quién se convirtiría en el jefe de la expedición pacificadora. Bajo su orden perecerían las vidas de hombres, mujeres y niños que se negaron a soportar una vez más el oprobioso peso de las cadenas.  

Morilllo zarpó de Cádiz un 17 de septiembre acompañado de 60 embarcaciones y más de 10,000 hombres con los cuales había trazado una ruta rumbo a la reconquista. Así las cosas, las huestes españolas llegían a Venezuela, pasarían por Santa Marta, y culminarían en Cartagena, hasta adentrarse al interior de lo que era el territorio colombiano en su momento.

“Una vez reconquistada Cartagena inició el periodo conocido como “el régimen del terror”. A partir del ingreso a Cartagena en diciembre de este año empezó el proceso de judicialización e investigación a todas las personas que habían tenido una participación en la independencia y en la República. Así que Pablo morillo emprende su reonquista del territorio a través de tres acciones claves: primero la investigación y judicialización de aquellos líderes que fueron juzgados por alta traición. Por otro lado teníamos la confiscación de bienes a los líderes y sus familias y por otro lado la practica común para entonces del exilio.

Esta historia continuará… 

Emilio Cabarcas

Comunicador social y periodista. CEO y Fundador de Cuatro Palabras. Experto en periodismo comunitario y desarrollo de iniciativas de innovación social.

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